Con todas las situaciones adversas que implica un país sancionado y con la conectividad más baja del mundo, Venezuela se sitúa como de los potenciales monstruos del comercio electrónico cuyo interés es que un usuario compre y venda a lo largo y ancho de la World Wide Web, es decir transformando la forma de transar comúnmente conocida y que se encuentra en el ámbito más simple como lo es comprar y vender productos de manera tradicional, es decir ir hasta la tienda a adquirir un producto.
El trabajo de los comercios actualmente busca afianzar la forma de comprar, donde el mundo digital ha abierto una ventana de oportunidades para poder seguir comerciando y transando a través de nuevos canales, en este caso de la parte tecnológica que sin duda ha llegado para quedarse y dejar muy atrás aquella tradicionalidad de comercio.
Aunque la venta tradicional no ha muerto, es cierto que la gran mayoría de usuarios se encuentra adquiriendo productos a través de internet logrando que los números estadísticos se eleven en el caso de las ventas online. Por ello, es bien conocido que el trabajo del vendedor se encuentra tradicionalmente en los departamentos de tiendas, pero en una plataforma online, no es necesario contar con la presencia de ese vendedor, por el contrario necesitamos canales de difusión para conseguir más clientes y así generar mayores ingresos.
Existe cierta desconfianza y apatía por integrar la tecnología en los procesos de compra y venta de una empresa cuando el negocio nació de forma tradicional, es decir que tiene años en el mercado nacional y busca quedarse con aquello que le es funcional y que ya ha sido probado por más de una década, por consiguiente sacarles de su zona de confort implica un reto para todos los consultores comerciales del mundo actual.
Hasta hace muy poco tiempo, la compra común obligaba al consumidor a dirigirse al centro comercial, el supermercado y la farmacia inclusive ya que su agente autorizado de confianza se encontraba siempre en un espacio físico especializado, al cual se tendría que ir siempre que se buscara un producto específico.
Sin embargo, hoy la realidad es totalmente diferente pues a finales de los años 90’s en Estados Unidos se inició un negocio particular, justo en la ciudad de Seattle, se vendían libros en una página web. Este emprendimiento que inició desde la casa de ese individuo con el nombre impreso en una pared, es hoy la empresa de comercio electrónico más grande del mundo, la cual es responsable de la transformación de los hábitos de compra, se habla nada más y nada menos que de Amazon.
Sería este el inicio del comercio electrónico mundial que se ha afianzado en corto y mediano plazo en todo el mundo, sin embargo el caso de Venezuela tiene la particularidad de ir un poco más despacio que los demás países, por ello es importante destacar que este se afianzó en el año 2020 por la pandemia.
Sin haber existido esta, las formas de compra y venta habrían quedado un poco fuera de órbita según datos oficiales “la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico, CAVECOM, sólo en 2020 el comercio electrónico se triplicó en la región y en caso de Venezuela, aumentó cerca de 2000%, es decir, aumentó 20 veces su actividad”.
Finalmente puede decirse que esta ventana es una gran oportunidad para pequeñas y medianas empresas, además de las grandes, gracias a que es una forma de afianzar a su clientela, llevarla de la mano y poco a poco ir creciendo, gracias a que el futuro se encuentra en la tecnología y el uso de esta.