Ser emprendedor es decidir rápido y actuar, es decir: ser oportunista. Está bien analizar las cosas antes de tomar una decisión, pero pensar demasiado es malo y siempre será mejor una decisión equivocada a no hacer nada.
Cabe destacar que, como la misma palabra lo define, el emprendedor oportunista es aquel que trabaja y acciona desde la oportunidad y no desde la necesidad, teniendo esto claro es alguien que se arriesga en invertir si le ve provecho a dicha acción.
Una de las características principales es que este tipo de emprendedor tiene una pericia impresionante para captar momentos y situaciones debido a su alto conocimiento en mercados y lenguaje técnico para atraer inversionistas.
¿Está bien ser un emprendedor oportunista? Claro que sí y vale la pena aprovechar oportunidades que, a largo plazo, se consoliden como negocios firmes y sólidos.
Vivimos en una sociedad donde si no se toman riesgos altos no habrá grandes beneficios, si nos afianzamos en aprender, en expandirnos y no conformarnos podremos ser de este tipo de emprendedores.
No todo es color rosa ya que si no sabemos cómo manejar ciertas situaciones, saber cuándo debemos parar, manejar el tiempo con el que tomamos las decisiones, podremos desanimarnos y eso solo nos traerá más problemas que
La idea es innovar con ideas positivas sin la necesidad de lucrar con el sufrimiento, lo importante es generar la mayor cantidad de dinero en el lugar y momento correcto. Queda de cada uno de nosotros saber cómo podemos convertir esas oportunidades para beneficio mutuo o del mercado en sí.
Saber cuándo vender es solo un ejemplo de oportunismo
Vender quizás no lo sea todo, pero es la parte más importante de tu negocio. Por lo tanto, si quieres ser oportunista, pregúntate siempre si lo que estás haciendo te va a ayudar a cerrar una venta pronto. Ponte un objetivo de venta y ve por ello. Cada día que pasas pensando son varias oportunidades de venta aprovechadas por otros. No dejes el terreno libre a tus competidores.